+ 86 - Halloween!

En caso de que no lo supierais ya, Halloween en Estados Unidos es una experiencia diferente.
La gente decora sus casas--sí, como hacen para Navidad--empezando en septiembre, y las tiendas cambian su mercancía por cosas negras y naranjas (preferiblemente con calabazas y esqueletos).
Si vas por la calle, puedes ver un montón de niños pequeños llevando calabazas de plástico que, junto con sus padres, van por todas las casas (o a todas las tiendas del centro comercial, eso ya depende de la pereza de los padres) a pedir chuches y gominolas.

Para los que ya somos demasiado mayores para ir de casa en casa pidiendo gominolas (si es que se puede ser demasiado mayor para eso) queda la opción de las fiestas de Halloween. Yo fui a una fiesta en casa de un amigo QUE TENÍA KARAOKE Y ESO FUE SUFICIENTE PARA HACER QUE ME QUISIERA MUDAR ALLÍ. Disfrazada como una Cazadora de Sombras (concretamente Isabelle Lightwood, por razones obvias) fue una buena noche con amigos (Y KARAOKE!!!!!!!!)



Y, como no podía faltar, os dejo también un trozo de una de las canciones que canté en el karaoke (porque, sinceramente, acaparé el micrófono toda la noche). =D

Un vídeo publicado por Isa (@isabelperez14) el

+ 53 - Homecoming Dance

Homecoming es una de las fechas que todo estudiante de intercambio en USA espera con más expectación.
El primer baile.

¿Sabes esas veces en que ves los bailes en la tele, en Twitter, o en los Facebook de tus amigos, y piensas "¿Qué coño le habrá poseído para comprarse ese vestido?"? Yo también lo pensaba, pero ahora sé que encontrar el vestido perfecto es mucho más difícil de lo que puede parecer, básicamente porque los que venden en las tiendas que una persona con un presupuesto medio se puede permitir son más feos que pegarle a un padre.

Pero bueno, vamos a lo que importa.
Homecoming empezó el viernes 26 de septiembre, con el partido de fútbol Central contra Jackson (que, claramente, ganó Central).
El sábado 27 de septiembre fue el baile. La verdad es que la razón principal por la que tenía ganas de ir era por estrenar mis zapatos (porque honestamente, son los mejores zapatos del mundo). Pero luego unos cuantos amigos vinieron a casa, y sacamos unas cuantas fotos...


Pero no voy a mentir. El baile fue bastante patético. Un DJ muy malo que no dejaba de matar canciones buenas, un olor a gimnasio que no se podría camuflar ni aunque echaran cinco litros de perfume...
En resumen, una mala experiencia para el primer baile.

+40-NASHVILLE

¡Hola! Sí, tal y como dice el título...¡VENGO A HABLAR DE NUESTRO VIAJE A NASHVILLE!
¿Por dónde empezar?
Cuando llevas más de seis años queriendo hacer un viaje así te resulta muy difícil creer que de hecho lo vas a hacer, pero cuando empiezas a coger ropa para llevar, a cargar la cámara de fotos y a pensar en todas las cosas geniales que se pueden hacer en Music City es cuando las cosas empiezan a clarear y te das cuenta de que no estás soñando, de que es cierto que el 13 de septiembre de 2014 ha llegado por fin. 

Y así fue el sábado:
Me desperté sobre las seis de la mañana porque--obviamente--estaba demasiado emocionada para dormir. Joder, ¡que me iba a Nashville! Salimos de casa sobre las nueve y media en dirección a...¡Illinois!
Hicimos dos paradas en ese estado; una para sacar la foto con el cartel y otra para visitar una tienda de música que estaba de liquidación (me dolió mucho, pero no me compré nada. De nada, queridos padres).

Poco tiempo después llegamos al estado de Kentucky. Allí pasamos algo más de tiempo, ya que nos quedamos a comer en el pueblo de Paducah. ¿No es curioso que de los 17 KFC que vi en la carretera solo 2 estuvieran en Kentucky? Fue casi todo en lo que pude pensar mientras estábamos allí. En eso y en caballos. Y en Aiden Stathopoulos.


Y después de Kentucky nos fuimos por fin a Tennessee. Como supongo que imagináis, es un estado muy verde lleno de gente con botas y sombreros de cowboys. No tardamos demasiado tiempo en ver este cartel por primera vez:

Y para entonces yo ya estaba tan nerviosa que no podía dejar de retorcerme en mi asiento. Y en el momento en que vi esta señal creo que me entraron ganas de llorar.
Pero bueno, sigamos contando. No mucho tiempo después llegamos a la ciudad. Aparcamos justo delante del Country Music Hall Of Fame and Museum y fuimos caminando desde allí. Os dejo algunas fotos.







Después de pasear un rato por Broadway...NOS ENCONTRAMOS A ED SHEERAN. LO JURO. A VEINTE METROS. Porque un segurata enorme no me dejó pasar, que si no... Aún quedaba una hora y media para el concierto, así que decidimos recorrer Music Row. He aquí una foto:

Y de siete a once estuvimos dentro de Bridgestone Arena, esperando a Ed Sheeran y, por supuesto, escuchándole tocar. Os dejo un video que grabé de una de mis canciones favoritas:

Pasamos la noche en casa de una chica llamada Karen, muy maja, y el domingo fuimos rápidamente a  Downtown Nashville para visitar el Parthenon que, para los que no los sepáis, es una réplica exacta del de Atenas.
Después de esto nos volvimos para casa, básicamente porque el día siguiente había colegio, y yo me despedí de Nashville hasta la próxima vez que nos veamos que, estoy segura, será pronto. 

±17 días en Estados Unidos

Desde el cinco de agosto que no piso suelo español. El vuelo Coruña-Madrid despegó a las once y media de la mañana después de un montón de despedidas, sonrisas y lágrimas. Después de un montón  de recuerdos agridulces, porque aunque nuestra experiencia acababa de empezar...había mucho que se quedaba atrás.
Tras una pequeña escala en Madrid, partimos rumbo a Nueva York. Lo pasé bastante mal en ese vuelo, porque fuimos en un airbus del tamaño de una cáscara de nuez, e íbamos todos tan apretados que ni dormir fue posible. Menos mal que tenía conmigo mi tablet, iPod y mis queridos libros, que si no...
Pisamos suelo americano a las nueve de la noche hora local, pero entre salir del aeropuerto, el viaje al hotel Double Tree by Hilton de Newark y la bienvenida de CIEE, no pudimos ir a nuestras habitaciones hasta que dieron más de las tres de la mañana, y fue solamente para levantarnos a las siete para encarar el día con ilusión y energía.
Esa mañana nos dividieron en grupos con gente de todos los países para intercambiar detalles de nuestra cultura, y por la tarde fuimos a dar un tour muy breve por Manhattan y un crucero por el río para poder ver la Estatua de la Libertad desde cerca. Os dejo unas fotos:






Algunas de las españolas (Concretamente Ana Luz, Noelia y yo) nos quedamos un día más por tener doble placement con un alemán, y nos llevaron a Central Park y el MET Museum que, por cierto, tiene una terraza desde la que se puede ver con detalle todo Manhattan. Luego nos fuimos a cenar y volvimos al hotel para hacer la maleta y organizarlo todo, porque a las cinco de la mañana tuvimos que irnos para el aeropuerto.
Yo tuve mucha suerte, porque el vuelo de Ana Luz salía casi a la misma hora que el mío, y eso me permitió hacer una cosa que jamás pensé que haría: coger la guitarra y ponerme a cantar en medio del aeropuerto. Y lo que todavía esperaba menos: que a la gente le gustara lo que estaba haciendo, que lo grabaran con sus móviles y que nos aplaudieran. Creo que puedo jurar que esa fue mi parte favorita de toda nuestra estancia en Nueva York.
A las doce de la mañana salió mi vuelo con destino a San Luís. Tras dos horas llegué allí...para encontrarme sola. Ya el mismísimo primer día aprendí que mi host mum llega tarde a todos lados. Conseguí localizarla gracias a una guardia de seguridad, y me compensó su tardanza con unos globos y un cartel con mi nombre...y una hamburguesa enorme y grasienta.

Y es así como empezaba mi experiencia en Estados Unidos.

~8~


Wow. ¿Quedan solo ocho días? Cómo pasa el tiempo cuando te lo estás pasando bien. Pero, ¿sabes cuándo no se pasa tan rápido? Cuando estás mal.

El otro día tuve la mala suerte (o la buena, depende de cómo se mire) de darme cuenta de ello. Me desperté a las 3, 5 y 7 de la mañana para ir a vomitar, y mientras iba y venía del baño me di cuenta de una cosa:
Lo que yo quería no era que J. o Tris se despertaran y me preguntaran si estaba bien. No quería tomarme algo que me calmara el estómago. No quería salir al porche de casa de Einyel para tomar aire fresco.
Quería a mi mamá.

Quería que mi mamá se levantara, como hacía siempre, y viniera a ver qué me pasaba. Que se ofreciera a dormir conmigo, y luego se pasara toda la noche despierta por si acaso yo me ponía peor. Que me acariciara la frente con el reverso de la mano para ver si tenía fiebre. Que me acariciara el pelo. Que me dijera que me iba a poner bien.
El problema es que eso no podía pasar, porque ella no estaba allí conmigo.
Y desde dentro de ocho días hasta dentro de diez meses, tampoco lo va a estar.
Y es por eso que tenemos que crecer y hacernos fuertes. Asumir que parte del intercambio es aprender a sobrevivir por tu cuenta, que en Estados Unidos no va a haber nadie pendiente de ti. Y es obligatorio darse cuenta de eso, porque se lo debemos a aquellos a los que dejamos atrás.
Siempre he pensado que, en una despedida, es el que se queda el que se lleva la peor parte. El que sufre más. Al fin y al cabo, el que se va estará conociendo a gente nueva y recorriendo nuevos lugares, mientras el que se queda estará yendo a los mismos sitios a los que iba con quien ya no está...pero solo. Tendrá a su alrededor al fantasma del que se ha ido.

Y es por eso que debemos facilitarles el trabajo. Tenemos que dejar saber a nuestros padres que vamos a estar bien, que podemos aguantar perfectamente un año sin ellos porque hicieron muy bien su trabajo al enseñarnos. Tenemos que tener en cuenta que ellos hacen un esfuerzo monumental al permitirnos cruzar el mundo y dejarles atrás. Tenemos que honrar su confianza, porque nuestros padres son quienes nos han hecho lo que somos.

Así que gracias, mamá.
Gracias, papá.
Os quiero a los dos.

11 ~ Exchange Student

"El intercambio es un cambio. Es rápido, brutal, hermoso, doloroso, increíble, inesperado, abrumador y, sobre todo, un cambio constante. Es un cambio en tu estilo de vida, país, idioma, amigos, padres, casa, colegio; todo, a resumidas cuentas.
El intercambio es darte cuenta de que todo lo que te dijeron de antemano era mentira, aunque sí que tuviera una parte de verdad.

El intercambio es pasar de creer que sabes quién eres a ser alguien nuevo. Pero no completamente nuevo. Sigues siendo la persona que eras antes de decidir dar ese salto en el vacío. Sabes cómo es estar solo y lejos de casa, sin conocer realmente a nadie. Y sabes que eres capaz de hacerlo.

El intercambio es aprender a confiar. Confiar en gente que, al principio, es solo un nombre en un trozo de papel. Confiar en que solo quieren lo mejor para ti, que les importas. Confiar en que tienes la fuerza suficiente para soportar un año por tu cuenta, soportar un año alejado de todo aquello que siempre te ha importado. Confiar en que vas a hacer amigos. Confiar en que todo va a salir bien. Confía, y verás tu confianza justificada.

El intercambio es pensar. Todo el tiempo. Acerca de todo. Pensar en esas costumbres extrañas, la comida rara, el idioma desconocido. Sobre por qué estás ahí y no en tu casa. Sobre cómo serán las cosas una vez que vuelvas a casa. Cómo ese chico o esa chica va a reaccionar cuando te vuelva a ver. Sobre quién va a dónde este fin de semana, y por qué tu no estás con ellos. Pensar en por qué nadie te invita a nada. Después, pensar en a dónde ir cuando te lluevan invitaciones de todos lados. Pensar en cómo irán las cosas en casa. Sobre lo estúpida e inconveniente que es esa mierda de los husos horarios. No sólo por la gente que te espera en casa y con la que quieres hablar, sino por esos anuncios que ves en la tele y que no hay quién entienda. Es pensar acerca de lo que está bien y lo que está mal. Sobre lo mal que te portaste con una persona sin querer hacerlo. Sobre la razón de todo esto. Sobre la razón de tu vida. Sobre quién quieres ser y qué quieres hacer. Sobre cuándo vas a tener que ir a dar una charla al club de español, incluso aunque no pertenezcas a él. Sobre si deberías ir derechito a casa después de clase, o quedarte en casa de algún amigo hasta llegar la medianoche. Algún amigo al que no conocías hacía unos pocos meses. Y sobre qué es exactamente lo que ese amigo te acaba de preguntar, porque no has entendido una mierda.

El intercambio es la gente. Esa gente tan extraña que te mira como si el alienígena fueras tú. Esa gente que es demasiado reservada para hablar contigo.  Y esa gente que, de hecho, habla contigo. Esa gente que sabe tu nombre aunque tú nunca se lo hayas dado. Esa gente que habla de ti a tus espaldas y suelta mierda sobre tu país. Toda esa gente que no se merece ni que les dirijas una simple mirada. Esa gente a la que ignoras.

Y esa gente que te invita a su casa. Que te integra. Que mantiene tus pies en la tierra. Que se convierte en un amigo."

~68~ Viaje a la Embajada

Pues este pasado miércoles 28 de mayo, 74 becados por las fundaciones Barrié de la Maza y Amancio Ortega y yo tuvimos la suerte de hacer un viaje de un día a la Embajada de Estados Unidos en Madrid.
El día comenzó con una reunión a las 8.00 de la mañana en el aeropuerto de Santiago, donde pude hablar con algunos becados a los que ya conocía por el grupo de WhatsApp, e incluso conocer a algunos nuevos.
Cogimos el avión a las 9.15 y allí, en la fila 29, me senté con Alejandra y Sara, dos chicas muy majas.
Al llegar a Madrid nos dividimos en dos grupos, uno de 50 y otro de 25. Yo fui la última de las personas que entraron en el grupo 1.
A mi grupo le tocó ir primero a la Embajada, donde tuvimos que entregar nuestro pasaporte y una foto y, después de esperar allí un par de horitas, conocimos al Embajador Mr. James Costos. Me pareció un chico muy majo y cercano (que además le ha dado like a mis fotos de Instagram, eso sí que es dedicación), que se ofreció a darnos su dirección de email para poder enviarle nuestras fotos y contarle nuestra experiencia en USA.
Después de eso, y ya muy hambrientos, fuimos a comer al restaurante La Doma. Allí me senté con Jaime, Carmen y varias personas más cuyos nombres no recuerdo bien (no me odiéis, os dije que se me iban a olvidar). La comida fue genial, pues como fangirl que soy, me sentí como en mi salsa.
Tras comer nos quedamos dando vueltas por Madrid, donde nos dieron la merienda, y luego nos subimos al bus que nos llevó de vuelta al aeropuerto. Allí me senté con Jaime, con quién estuve fangirleando de Nina Nesbitt, su obsesión (¿y para qué negarlo? Se está convirtiendo en la mía).
Tras eso, pasamos unas cuantas horas en el aeropuerto, mirando libros en el Duty Free, yendo al Starbucks... e incluso cantando Let It Go y fangirleando con Bajo La Misma Estrella.
El viaje de vuelta a casa fue bastante tranquilo, ya que estábamos todos bastante cansados. Pero hacer este viaje me ha hecho darme cuenta de lo cercana que está la salida a USA, y de las ganas que tengo de que llegue ya el 5 de agosto.

~72~

¿Por qué poner una canción de 2006? ¿Por qué no algo actual? Fácil: es muy posible que la canción "Tim McGraw" de Taylor Swift sea la primera canción Country que escuché en toda mi vida, y que me hizo enamorarme de esta música. 
Habla sobre querer a alguien a quien, por circunstancias de la vida, vas a tener que dejar escapar, y de cómo una canción puede llevarte de vuelta a pensar en él/ella.
 "September saw a month of tears, I'm thanking God that you weren't here to see me like that."
Pero, a la vez, manda un mensaje esperanzador de que, si está destinado a pasar, os vais a volver a encontrar (que no es como que yo crea en esas cosas, pero bueno).
La razón por la que he decidido meter esta canción en el blog es un poco mezcla de todo lo anterior. Hoy, 75 becados estamos a 72 días de cumplir uno de los sueños de nuestra vida, uno por el que hemos trabajado. ¿Y cual es mi sueño sueño? La música Country. Así que tiene sentido mezclarlo, ¿no?
"And I'm back for the first time since then, I'm standing on your street, and there's a letter there on your door step and the first thing that you read is: When you think Tim McGraw, I hope you think my favorite song, someday you'll turn your radio on, I hope it takes you back to that place."

He tenido la suerte de que me eligiera una familia genial, los Burns, de Missouri. Y de que, además, vivan a tan solo 3 horas de Nashville "Music City" y estén dispuestos a llevarme para poder cumplir mis sueños. ¿Acaso eso no se merece una canción?

Comunicación de Familia Anfitriona - Isabel Pérez Pedreira

Así fue como empezó todo. O, bueno, sería el cómo debería haber empezado. En mi caso fue algo diferente.
No fue hasta que mi madre llamó al teléfono de casa -porque yo estaba demasiado ocupada viendo The Walking Dead como para siquiera prestar atención al móvil- y me dijo que hiciera el favor de sacarme la cara del culo y mirar el teléfono (aunque no con esas palabras, claro).
Y entonces lo vi:
Estimada Isabel,

Es para nosotros un placer confirmarte que has sido seleccionada como estudiante de intercambio por una de las familias anfitrionas del Programa en Estados Unidos.  
Se trata de la familia Burns, residente en el estado de Missouri y compuesta por Bernard, Elizabeth y su hijo Jacob 23 años.
 Un representante de FSL te hará llegar más información sobre tu familia anfitriona. 
Te enviamos nuestra más sincera felicitación y un cordial saludo,
FSL
 Mi primera reacción fue de shock. Leí el email una y otra vez, incapaz de entender ni una sola palabra. Y después me dio como una venada y empecé a bombardear con las noticias a todos mis grupos de WhatsApp.
Cape Central High School
Una vez estuve más calmada, procedí a examinar todos los datos que me habían enviado. Busqué el colegio en Google. (Es bastante grande, por cierto) Le dan mucha importancia a los deportes, sobretodo al fútbol *Go, TIGERS* y tiene alrededor de 1200 alumnos.
Después de eso busqué la dirección de la casa en Google Maps, pero no me salía Street View ni nada, así que pasé de eso a buscar St. Louis. Me enamoré de la ciudad. Todo es tan diferente de lo que estoy acostumbrada a ver en España, que simplemente me enamoró.
Yyyy... luego vino la parte de ver en dónde exactamente estaba situada la ciudad. y para sorpresas la mía al ver que estaba casi limítrofe con Tennessee. Mi reacción fue algo así como:

Y no solo eso, sino que está exactamente a tres horas y veintitrés minutos de Nashville. Eso como que fue lo que selló el trato.
De momento no tengo más noticias de la familia. Les he enviado ya el primer email y estoy esperando a que me respondan, pero mientras tanto...